El intrusismo del "Dr. Google"
Su nombre aparece en todas las tertulias de médicos. Los pacientes cada vez más consultan sus síntomas al titán de los buscadores. El Doctor Google es un "intruso inparable" que ha venido para quedarse.
Según declaraciones de Rosa Fuster, presidenta del Colegio de médicos de Valencia: "Google tiene alguna página de diccionarios de términos de medicina que están bien y donde se descubren palabrejas que a veces el paciente no entiende, que incluyen la descripción de términos que pueden estar acertados, pero lo que ocurre es que los médicos no hablamos como los diccionarios porque correlacionamos signos y síntomas del paciente que Google no hace". Además, para muchos pacientes, la información que aparece en Google es incuestionable y veraz para muchos usuarios y esto a veces puede entrar en conflicto con el servicio que el médico ofrece en la consulta.
A veces el resultado de este tipo de búsquedas pueden llegar (en casos extremos) a dramas como el que relata Fuster: "A una paciente le diagnosticaron amiloidosis, una enfermedad que puede tener una implicación pulmonar y renal; buscó el significado en Google y cuando leyó lo que decía no aceptó ningún tipo de tratamiento porque pensaba que iba a morir y que todo lo que le decían en el hospital era paliativo o por compasión". "Con lo que leyó pensó que tenía un pronóstico de vida infausto (la wikipedia recoge que es desalentador) y que en unos meses iba a morir y rechazó todo. Decía que lo único que quería era morir en paz", agrega Fuster que señala que meses después supieron que esta paciente, que no llegaba a los 50 años, había muerto.
Debemos recordar que no toda la información que se publica en internet es veraz y controlada. Es imposible que los organismos competentes puedan filtrar la cantidad ingente que está en la red. No puede darse por válida la información, en este caso médica, de una página en la que no firme un profesional. Tal es el caso de una de las búsquedas frecuentes relativas a bultos:
"Lo pueden llamar neoplasia, pero para los médicos no es sinónimo de cáncer porque puede tratarse de un tumor benigno, pero si lo buscas en Google siempre lo encuentras cono sinónimo de cáncer y no es así".
Al contrario de Fuster, Álvaro Bonet, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria ve de manera positiva que el paciente se informe a través de internet "porque cuando viene te pregunta sobre lo que ha leído y a veces es una ayuda porque no tienes que explicarle todo".
Bonet también señala lo útil que puede llegar a ser que los centros de salud publiquen en internet información provechosa para el paciente: "Las consultas en Google para mí siempre son una ayuda, me siento más cómodo con pacientes que sepan, porque se les puede dar una información más amplia".
Fuente: Faro de Vigo
Según declaraciones de Rosa Fuster, presidenta del Colegio de médicos de Valencia: "Google tiene alguna página de diccionarios de términos de medicina que están bien y donde se descubren palabrejas que a veces el paciente no entiende, que incluyen la descripción de términos que pueden estar acertados, pero lo que ocurre es que los médicos no hablamos como los diccionarios porque correlacionamos signos y síntomas del paciente que Google no hace". Además, para muchos pacientes, la información que aparece en Google es incuestionable y veraz para muchos usuarios y esto a veces puede entrar en conflicto con el servicio que el médico ofrece en la consulta.
A veces el resultado de este tipo de búsquedas pueden llegar (en casos extremos) a dramas como el que relata Fuster: "A una paciente le diagnosticaron amiloidosis, una enfermedad que puede tener una implicación pulmonar y renal; buscó el significado en Google y cuando leyó lo que decía no aceptó ningún tipo de tratamiento porque pensaba que iba a morir y que todo lo que le decían en el hospital era paliativo o por compasión". "Con lo que leyó pensó que tenía un pronóstico de vida infausto (la wikipedia recoge que es desalentador) y que en unos meses iba a morir y rechazó todo. Decía que lo único que quería era morir en paz", agrega Fuster que señala que meses después supieron que esta paciente, que no llegaba a los 50 años, había muerto.
Debemos recordar que no toda la información que se publica en internet es veraz y controlada. Es imposible que los organismos competentes puedan filtrar la cantidad ingente que está en la red. No puede darse por válida la información, en este caso médica, de una página en la que no firme un profesional. Tal es el caso de una de las búsquedas frecuentes relativas a bultos:
"Lo pueden llamar neoplasia, pero para los médicos no es sinónimo de cáncer porque puede tratarse de un tumor benigno, pero si lo buscas en Google siempre lo encuentras cono sinónimo de cáncer y no es así".
Al contrario de Fuster, Álvaro Bonet, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria ve de manera positiva que el paciente se informe a través de internet "porque cuando viene te pregunta sobre lo que ha leído y a veces es una ayuda porque no tienes que explicarle todo".
Bonet también señala lo útil que puede llegar a ser que los centros de salud publiquen en internet información provechosa para el paciente: "Las consultas en Google para mí siempre son una ayuda, me siento más cómodo con pacientes que sepan, porque se les puede dar una información más amplia".
Fuente: Faro de Vigo